Animales - reptiles,anfibios y peces
 

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Mucha gente le tiene miedo a los reptiles. Dicen: "¡Ay, un reptil, qué horror!". Están equivocados. Estúdialos con atención y verás que son realmente interesantes. Imagen de una tortuga, un cocodrilo y una serpiente

 

El termino reptil viene de la palabra "reptor". Se refiere a la manera de moverse de un lugar a otro apoyando la panza en el suelo. Sin embargo, no todos los reptiles se desplazan así. Lo que los caracteriza son las escamas, es decir, las placas duras que recubren sus cuerpos.

Los reptiles aparecieron en el planeta hace unos trescientos cuarenta millones de años.

Eran tantos que toda una era de la historia es conocida como Edad de los Reptiles.

Los reptiles andaban por todas partes; en las aguas, en los pantanos, en los valles y en los bosques. Algunos hasta volaban, como pájaros. Casi, casi, eran los dueños de la tierra.

Imagen de reptiles de la prehistoria

Los reptiles más pequeños medían alrededor de medio metro; los más grandes, ¡más de treinta! Los que volaban tenían cuerpos aerodinámicos, es decir, cuerpos adecuados para volar. Había reptiles con poderosos cuernotes en la cabeza, con enormes escamas, con gigantescas colas, con muchos dientes grandes o con pocos dientes chicos, con patas cortas y largas, con cuellos rechonchos o con cuellos flexibles como jirafas.

En fin, para todos los gustos.

¿Sabías que los reptiles nacen de huevos?

El huevo se desarrolla después que la hembra ha sido fecundada por el macho. Allí dentro crece el bebé reptil. El huevo es como un almacén de alimentos y está protegido por una membrana o por una cáscara.

Imagen de unos huevos de reptil

Los reptiles son ovíparos u ovovivíparos.

Los ovíparos incuban sus huevos en nidos, en el suelo, bajo las piedras o en lugares seguros. Los ovovivíparos conservan los huevos dentro del cuerpo hasta que las crías se han formado completamente.

Durante el verano, en el campo, se pueden encontrar huevos de serpiente en diversos sitios.

 

Imagen de huevos de víbora

 

Con él, rompen el huevo. Horas más tarde pierden el "diente" que ya ha cumplido su función.

Las tortugas y los cocodrilos tienen un engrosamiento especial que les sirve para romper el huevo.

 

Imagen de una serpiente

Se dice que los reptiles son de "sangre fría". Esto significa solamente que el calor de sus cuerpos depende del calor del medio. O sea, a diferencia de nosotros, los reptiles no tienen un sistema propio para regular la temperatura corporal. Por eso, siempre andan buscando el calor cuando hace frío y el fresco cuando la temperatura es muy alta. Por eso, también, prefieren las regiones tropicales o templadas ya que en ellas hay menos variaciones de calor.



Imagen de reptiles que viven en el desierto

Como hace demasiado calor, tienen una piel gruesa e impenetrable, y orinan sólido para ahorrar energías y aprovechar al máximo el agua disponible en su cuerpo. En las temporadas de más calor, estos reptiles se entierran en la arena o se dedican a dormir.

Quedan pocos reptiles en el mundo. Hay sólo cuatro grupos.

Aprende sus nombres y deslumbrarás a tus amiguitos.

¡Atención! El Chelonia, que agrupa a las tortugas; el Crocodilia, a los cocodrilos, caimanes y aligátores; el Squamanta, a las lagartijas y serpientes, y el Rinchocephalia, con un solo representante, el tuatara. Éste se parece a la iguana; tiene patas gruesas y la cola aplastada, y vive en dos islas de Nueva Zelandia.

El grupo de las serpientes y lagartijas es el que tiene más especies, que están repartidas en todos los continentes.

Imagen de diferentes tipos de reptiles

No olvides las características de los reptiles.

Las tortugas tienen un bonito caparazón, un pico y cuatro extremidades; viven en regiones cálidas o semicálidas. Los cocodrilos prefieren los climas tropicales y, sobre todo, los pantanos; ya sabes que poseen fuertes mandíbulas y una cola larga. Las serpientes son cilíndricas y carecen de patas y orejas. Las lagartijas son semicilíndricas, y tienen cuatro patas y larga cola.

Hay tortugas gigantes y pequeñitas. Los cocodrilos son grandes, ¡de hasta ocho metros! Las serpientes miden desde un par de centímetros a trece metros o más. Las lagartijas generalmente no pasan de los quince centímetros. Sin embargo, hay un lagartijón: vive en la isla Komodo, en Indonesia, y mide tres metros.

 

Imagen de reptiles alimentándose

 

¡Ojo con las mordidas de algunos reptiles!

Hay dos especies venenosas de lagartijas: el "monstruo de Gila", que vive en el norte de México, y el temacuil, en el sureste. Son venenosas también las serpientes marinas, las cobras, los búngaros, las mambas, las coralillos, las cascabeles y las nauyacas. En varias regiones de México hay serpientes venenosas.

Imagen del monstruo de Gila El veneno de las serpientes puede matar en segundos o en pocas horas. Para contrarrestarlo se inventaron los antídotos o contravenenos. Sin embargo, debes tener muy clara una cosa: las víboras y las serpientes son temerosas; sólo atacan si se las fastidia o se las pisa.

Imagen de una serpiente bebiendo leche materna

Cuentan que las serpientes son hipnotizadoras, que enamoran a las mujeres, que vuelan o que persiguen a la gente. Se habla de serpientes "astutas" que, aprovechando la noche y el sueño, se toman la leche de las mamás y "engañan" a los bebés utilizando su cola como chupón. Nada de eso es cierto.

 

Las serpientes se han convertido en símbolos de lo bueno y lo malo.

Imagen de una serpiente

Eso se debe a que son frías, se arrastran, "miran fijo" porque no poseen párpados, y cambian de piel muchas veces.

Los aztecas las asociaban a Quetzalcóatl, Coatlicue y Tláloc. Según la Biblia, fue una serpiente la que indujo a Eva a comer del fruto prohibido. En los cuentos y leyendas aparecen reptiles fantásticos, como los dragones, animales mitad serpiente y mitad lagarto que echan fuego por la boca.

Imagen de Quetzalcóatl

 

Todos los reptiles son útiles. ¡Hasta los más venenosos!

Imagen de una extracción de veneno en una serpiente

Con el veneno de las serpientes se fabrican antídotos y medicinas. La carne y los huevos de las tortugas nos sirven de alimentos, mientras que su caparazón y su piel se emplean en la industria.

En muchos países se come carne de serpientes y de lagartos. Además, la piel de las serpientes, de los grandes lagartos, de los cocodrilos, de los caimanes y de los aligátores, fue muy estimada en la industria peletera; y gracias a la invención de las pieles sintéticas, ya no se usa tanto y se ha dejado de cazarlos.

  Imagen de piel de serpiente

Los agricultores quieren mucho a los reptiles. Saben que ellos protegen las cosechas al devorar ratas, ratones, cucarachas, chapulines y otras plagas. Imagen de un agricultor

Imagen de una serpiente

Los reptiles no son monstruos. Son criaturas de la naturaleza, como todos nosotros, que cumplen importantes misiones. Conociéndolos bien, los comprendemos y nos damos cuenta que hay que cuidarlos y estimarlos

Imagen de la palabra anfibios

 

Imagen de anfibios y reptiles

Los anfibios y los reptiles aparecieron en la Tierra hace muchos, muchos millones de años, y sus parientes más cercanos son los peces, las aves y los mamíferos. A estos cinco grupos se les ha denominado vertebrados, porque en su interior tienen esqueleto y, sobre todo, porque poseen una parte muy importante: el cráneo.

Todos estos animales forman una especie de "cadena", pues los anfibios son peces evolucionados. A su vez, de ciertos anfibios se derivaron los reptiles. Y de estos últimos las aves y los mamíferos. Y como nosotros, los seres humanos, somos el último eslabón de esta "cadena", o sea, mamíferos, mira nada más toda la historia que venimos arrastrando.

 

Pero, como lo primero es lo primero, en este libro vamos a hablar de los anfibios, llamados así porque pueden vivir de dos maneras: dentro del agua, como peces, o sobre la tierra, como cualquiera de nosotros.

Imagen de una rana

Cuando están dentro del agua, los anfibios adultos respiran a través de la piel, pero hay algunos, como los ajolotes, que además respiran por las branquias.

En cambio, cuando salen a tierra, los anfibios toman aire por medio de sus pulmones y también por la piel.

Aunque les gusta vivir tanto dentro del agua como fuera de ella, su existencia depende más del medio acuático que del terrestre.


Imagen de la respiración de los anfibios

Por lo general, las hembras ponen sus huevecillos en los charcos, los pantanos, los ríos o las lagunas. Pero espérate tantito. En realidad, lo que la hembra pone no son huevos precisamente, sino que se trata de óvulos que ella deposita en el agua, después de que el macho la ha estimulado.

Luego, el macho deposita sus espermatozoides, también en el agua, y éstos nadan y se introducen en los óvulos. Es en este momento cuando la fecundación se produce. Y al cabo de un tiempo, nacen las crías.

Imagen de la reproducción de los anfibios

Otra característica curiosa de los anfibios es que son los únicos vertebrados capaces de vivir en la tierra y en el agua que nacen en estado larvario. Es decir, cuando los pequeños salen del huevecillo, la forma de su cuerpo es diferente de la que tendrán al hacerse adultos. Tienen una cola similar a la de los peces; respiran solamente a través de branquias, pues todavía no poseen pulmones, y además carecen de extremidades. Después, cuando pasa el tiempo y van creciendo, adquieren su forma definitiva.

Imagen de los anfibios al salir de los huevecillos

 

¿Has oído hablar alguna vez de "animales de sangre fría"?

Pues a los anfibios, y a los peces y los reptiles, se les llama así porque ellos no pueden calentarse por sí mismos como lo hacen los mamíferos y las aves, los cuales producen calor dentro de su cuerpo al quemar parte del alimento que consumen diariamente.

El hombre, como buen mamífero que es, genera calor dentro de su cuerpo y además usa ropa, evitando que el calorcito se le escape.

Imagen de una tortuga, una rana y un pez

Imagen de un niño con un perro y una gallina

En cambio, los anfibios siempre tienen el cuerpo a la temperatura del lugar donde habitan.

Si los llevas a un clima muy frío, ¡pobres! Y si los cambias a una zona muy cálida también sufren.

 

Como sucede con todos los animales, entre los anfibios existen diferencias. Sin embargo, hay algunos que se parecen entre sí.

Tomando en cuenta estas semejanzas y diferencias, y para evitar que nos hagamos un lío fenomenal, los especialistas hicieron la siguiente clasificación en subconjuntos:

Imagen de sapos, ranas, salamandras, ajolotes y cecílidos

a) Sapos y ranas

b) Salamandras y ajolotes

c) Cecílidos

En el lenguaje científico, el primer subconjunto se conoce con el nombre de anuros, lo que significa "anfibios sin cola". El segundo se denomia urodelos, que quiere decir "anfibios con cola". Y el tercero se llama ápodos, cuyo significado es "anfibio sin extremidades".

Imagen de ranas y sapos
Bueno, de todos ellos, nos resultan más familiares las ranas y los sapos. Tú ya los conoces. Los podemos encontrar, sobre todo, en las épocas de lluvia. Y aunque a veces no los vemos, sí podemos escucharlos, porque los sapos y las ranas tienen voz... ¡Y además cantan! Su canto es utilizado por el macho para llamar a la hembra, y aparearse cuando llega el tiempo de la reproducción. Cada especie canta de manera diferente, ya que si cantasen igual se harían bolas. Podría suceder que una hembra acudiera al llamado de un macho que no fuera de su especie, y éste habría gastado en vano su voz de inspirado cantor.


Imagen de un apareamiento de anfibios



El apareamiento de los anfibios parece ser más espectacular de lo que se pudiera pensar. Los científicos han sorprendido a ciertas salamandras realizando danzas muy complicadas antes de la fecundación.

También se ha visto, dentro del grupo de las ranas, que los machos pertenecientes a ciertas especies son unos peleoneros. Cuando ven una hembra, todos se la disputan. ¡Y se arman grandes pleitos!

En cuanto al cuidado maternal, existen unas ranas que, en vez de dejar sus huevos fecundados en el agua, los cargan en el lomo, cubriéndolos con una capa gelatinosa. O los esconden en una cavidad que tienen en la boca. De esa manera, impiden que sus huevecillos sean devorados por otros animales, y así sus ranitas nacen a salvo.

Siguiendo con este asunto de las ranas y los sapos, sabrás también que son muy buenos nadadores. Para impulsarse dentro del agua, utilizan sus patas traseras, cuyos dedos están unidos entre sí por membranas. Posiblemente este sistema fue copiado por el hombre cuando inventó las aletas para bucear.

Imagen de una rana cargando sus huevos en el lomo
Hay también ranas y sapos que habitan la mayor parte de su tiempo sobre tierra. Éstos tienen dedos fuertes, terminados en punta, con los cuales cavan hoyos que les sirven de guarida. Y además hay otras ranas que no viven ni en el agua ni en la tierra. Sucede que decidieron pasarse la vida en los árboles, como los changos o los papagayos. La forma de sus patas es diferente de la de las demás, pues las puntas de sus dedos son anchas y en forma de ventosa; gracias a ellas pueden subir a los árboles sin el menor riesgo de resbalarse. Imagen que muestra la diferencias entre las ranas y los sapos

En México también hay salamandras y ajolotes, o sea, esos anfibios que los científicos denominan urodelos porque tienen cola. En realidad no son muy abundantes y se les ve poco, porque parece que son muy huidizos.

La gran mayoría de las salamandras son de tamaño pequeño. Su cuerpo, que es alargado y semicilíndrico, mide unos veinte centímetros con todo y cola. Sólo hay dos especies que alcanzan los dos metros y medio: una en China y otra en Estados Unidos.

Imagen de una salamandra y un ajolote

En cuanto a los ajolotes, son animales típicamente mexicanos, conocidos ya por nuestros antepasados prehispánicos. Y la verdad, la verdad, el ajolote es uno de los anfibios más extraños. Parece pez y hasta tiene branquias en forma de penacho, a cada lado de la cabeza. Posee cola, con la que se impulsa al nadar. Tiene patitas como los lagartos; y pulmones, como los mamíferos, las aves y los reptiles. Imagen de un hombre prehispánico con una red para pesca
Imagen de dos ajolotes Casi siempre está en el fondo del agua. Pero a veces, cuando se le ocurre ver cómo están las cosas en la superficie, asciende desde abajo como un submarino, e infla sus pulmones para poder permanecer flotando.

Y por fin llegamos a los cecílidos, que son unos anfibios cilíndricos, alargados y sin extremidades, parecidos a las lombrices. Su cuerpo vertebrado apenas llega a los ocho centímetros de largo y su cola es muy corta.

Los cecílidos no habitan en el agua, pero tampoco sobre la tierra.

¿Y entonces, dónde?

Imagen de un cecílido

Siempre enterrados en los pantanos. Para desplazarse, se encogen y se estiran como acordeón, haciendo uso de la cabeza para abrirse camino. Y como son muy pocos los cecílidos existentes en la actualidad y siempre están ocultos, sus costumbres son poco conocidas. ¡Vete a saber qué harán ahí, debajo de tanto fango!

¿De qué se alimentan los anfibios?

 

 

Imagen de sapos comiendo insectos

 

Pues de insectos, principalmente. Sólo que cada quien tiene su propia estrategia. Aquellos que cazan en la tierra, se aproximan con sigilo a su presa, y luego extienden su lengua tentando al insecto. Y ahí se acabó la historia, pues como la lengua de los anfibios secreta una sustancia pegajosa, los insectos quedan adheridos a ella y de inmediato pasan al estómago del cazador.

Imagen de diversos anfibios comiendo insectos

Pues los insectos, principalmente. Sólo que cada quien tiene su propia estrategia. Aquellos que cazan en la tierra, se aproximan con sigilo a su presa, y luego extienden su lengua tentando al insecto.

¿Astutos, no?

Como ves, los anfibios no causan daño a los intereses del hombre. No molestan a nadie, y hasta son beneficiosos, pues muchos de ellos se usan para controlar plagas de insectos.

Imagen de sapos


  Y en el caso de ciertas ranas y salamandras, mucha gente guisa con ellas platillos deliciosos.
Imagen de una rana Imagen de un platillo hecho a base de rana

Por otro lado, los anfibios no tienen manera de defenderse frente a los seres humanos. Prueba de ello es que, cuando el hombre fue estabeciéndose en lugares habitados por anfibios, muchos de éstos fueron desapareciendo.

 

Imagen de unos niños con un par de anfibios en las manos 

Imagen de la palabra Peces

 

 

Y, ahora, atención, mucha atención: ¡Vamos a platicar de los peces!

Imagen que diferentes especies que viven debajo del agua

Prácticamente donde hay agua, salada o dulce, hay peces; salvo en la bañera de tu casa. Los peces aparecieron en el planeta antes que los anfibios, los reptiles, los pájaros y los mamíferos. Es decir, ¡son viejísimos! Existen peces de todas formas, tamaños y colores imaginables. El más grande que se conoce es el "tiburón ballena" que mide hasta dieciocho metros de largo y llega a pesar veinte toneladas.

Imagen de un pez sierra, un tiburón, una manta y de un pez martillo

Como hay muchas clases de peces, definirlos no es fácil. Sin embargo, si te lo preguntan, puedes responder: "son animales acuáticos y vertebrados, de sangre fría, que pueden respirar bajo el agua". Son acuáticos porque habitan en el agua; vertebrados, porque tienen esqueleto; de "sangre" fría porque la temperatura de su cuerpo no es constante y depende de la temperatura del agua, y pueden respirar bajo el agua porque poseen branquias. Todos los peces tienen aletas en vez de patas, una o varias. No todos tienen escamas; por ejemplo, los bagres, las anguilas y las lampreas carecen de ellas.

Ciertos peces de agua dulce que quedan en África, Australia y Sudamérica, son dipnoos.

 

Imagen de anguilas y fósiles de peces Hay clases extintas que hemos conocido por fósiles. Y cuidado: las ballenas, los manatíes, los dugongos y los delfines no son peces, sino mamíferos.

 

Como todos los seres vivos, los peces necesitan oxígeno para vivir.

Imagen de los peines branquiales
En el agua hay oxígeno y los peces lo toman con las branquias. Éstas tienen forma de láminas, están recubiertas de vasos sanguíneos y, normalmente, se sitúan al principio del aparato digestivo en una especie de cámara rodeada de huesos. Las branquias son el órgano respiratorio de los peces.
Imagen de la ubicación del opérculo y la abertura branquial de un pez

El proceso respiratorio de los peces es muy interesante:

Imagen del proceso respiratorio de los peces

 

el agua entra por la boca y llega a las branquias; las branquias toman el oxígeno y lo distribuyen al resto del organismo por los vasos sanguíneos, y el agua es expulsada por unas aberturas que la mayoría de los peces tienen detrás de la cabeza.

Es un proceso constante. Muchos peces no sólo aprovechan así el oxígeno sino que salen al exterior a respirar. Quizás hayas visto en los acuarios pececillos que asoman la boca a la superficie: ¡están respirando!

Existen peces que pueden respirar fuera del agua. ¡Y no es un milagro!

Ellos han desarrollado sistemas "extras" de respiración. El pez gato es uno de ésos; tiene la costumbre de salir del agua y recorrer grandes distancias "a pie", impulsándose con sus fuertes aletas y respirando por la pared del intestino. Otros respiran por la piel. Imagen de un pez que respira fuera del agua

¡Y hasta hay algunos con pulmones!:

  los Neoceratodus y los Protopterus, de la clase dipnoos. Son peces pulmonados que, cuando se seca el lago o río en que viven, se entierran en el lodo y usan sus pulmones "de emergencia" para respirar.

Imagen de los Neoceratodus

En su mayoría los peces se reproducen por huevos. Por lo tanto, son ovíparos. A menudo, la fecundación es externa y esto sí que es curioso: la hembra, según la especie de que se trate, suelta sus óvulos, que quedan flotando o depositados sobre alguna superficie. En ese momento, el macho los fecunda con su esperma. A partir de ahí se forma el huevo de donde nacerá la larva, el bebé pez.

Imagen de la fecundación de algunos peces

 

Imagen de hembras dando a luz bebés vivos

Hay muchos casos, también, de fecundación interna, en que inclusive las hembras dan a luz bebés vivos. De este tipo es el "pez de cuatro ojos" que vive en México y otros países de América Central.


Muchos peces hacen nidos para cuidar los huevos en el fondo del mar, entre las rocas y corales o en plantas acuáticas. Algunos hacen nidos en el fondo de la arena o del fango, cavando y haciendo huecos; o bien, entre la grava del fondo. Otros, como el pez del paraíso, construyen nidos de burbujas. La construcción del nido es de verdad fascinante: el macho expulsa burbujas consistentes y construye con ellas una balsa. Después, a medida que la hembra va soltando los óvulos, él los fecunda y deposita los huevos sobre la balsa. Con este sensacional sistema, papá y mamá pez pueden tener los huevecillos reunidos y protegidos hasta el nacimiento de las larvas. Algunos peces viven sólo un año. Otros, durante muchos. Todo depende de la especie de que se trate.

Casi todos los peces son carnívoros, aunque hay algunos, como las carpas, que sólo comen hierbas. ¿Has oído eso de que "el pez más grande se come al más chico"? Bueno, es cierto; sin embargo, a veces se produce lo contrario y el pez más chico se come al más grande. Esto ocurre con ciertas especies de las profundidades marinas.

Imagen de diferentes especies de peces

 

Imagen que representa como el pez más grande siempre se come al chico

Imagen del tiburón ballena

Generalmente, los peces tienen dientes filudos para desgarrar y cortar la carne; pero los que se alimentan de organismos pequeñísimos tienen, en lugar de dientes, una especie de colador que filtra su comida del agua. Así se alimenta el "tiburón ballena" que, a pesar de su temible aspecto, no tiene dientes.


El pez erizo posee una poderosa dentadura trituradora. ¡Es capaz de hacer picadillo duros trozos de coral! Ah, y también existen peces "vampiros"; igual que las chinches, se pegan a otros peces y les chupan la sangre.

Imagen del pez erizo


Imagen de peces con sus aletas en polvorosa Para defenderse de sus enemigos, los peces tienen diversos sistemas. El más usual es huir nadando velozmente. Algo así como poner "aletas en polvorosa".

Imagen de peces en mimetización

Otros, se ocultan en las rocas o entre las plantas acuáticas.

Muchos tienen la característica de mimetizarse, esto es, toman la forma o el color de plantas y rocas, como el pez hoja, que siempre aparece disfrazado de hoja.


El pez globo, no bien se ve amenazado, se hincha casi al doble de su tamaño; posee, además, fuertes espinas en la piel. También los peces erizos pueden hincharse, convirtiéndose en amenazantes bolas llenas de erizadas espinas. Los peces, al cambiar de color copian casi exactamente el color del fondo donde se encuentran y así evitan ser comidos o descubiertos. En algunas especies, el color sirve para distinguir el sexo.

Imagen del pez globo

Los tiburones y las barracudas muerden;

Imagen de una barracuda y un tiburón

el pez globo y los peces erizos pican;

Imagen de un pez globo y un erizo

el pez espada aturde a sus enemigos con su "espada";

Imagen de un pez espada

la raya da "golpes eléctricos".


Imagen de la raya

Otros peces son venenosos. Llevan el veneno en las espinas, en las aletas o en su carne. Imagen donde muestra que algunos peces poseen el veneno en las espinas, en las aletas o en su carne El pez araña del Mediterráneo tiene una glándula ponzoñosa en la aleta dorsal. Le gusta permanecer semienterrado en la arena: ante la menor provocación, levanta la aleta. Muchos pescadores y bañistas descuidados han sido víctimas de ese envenenamiento. Imagen del pez araña

 

Imagen de una pintura indígena donde aparecen peces

Los antiguos pobladores de México eran grandes conocedores de los peces. En náhuatl, michin quiere decir peces. Tlacamichin significa "peces grandes y buenos para comer"; coamichin, "pez culebra", o sea, anguila; papalomichin, mariposa pez y ocelomichin, pez tigre.

En pinturas y grabados indígenas aparecen peces con mucha frecuencia.

También, se han descubierto esqueletos de peces en las ruinas de las viejas ciudades mayas que eran utilizados como ofrendas a los dioses.

 


Al dios Opochtli se le atribuye la invención de las redes de pescar. Entre las muchas leyendas y mitos que existen sobre los peces, nuestros antepasados contaban acerca de un Lago Sagrado habitado por peces de todos los tamaños. Allí, cada pez tenía un nombre y, cuando se les llamaba, venían amistosamente a la superficie.

Los antiguos mexicanos fueron notables pescadores e inventaron muchos aparatos para pescar: anzuelos, arpones, redes y cestas. Los arqueólogos han encontrado anzuelos de oro y puntas de flecha hechas con huesos de pescado. ¿Te acuerdas que Hernán Cortés le envió de regalo a su rey cinco peces huecos, vaciados en oro, fabricados por los aztecas?

Imagen de indígenas realizando la pesca

 

Imagen de una mujer comiendo pescado


Hay muchas especies de peces comestibles. Su carne contiene proteínas y minerales, y es muy sabrosa.

 

 

Como sabes, son animales que viven en el agua.
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